Estrés en niños. Ideas claves para afrontarlo.

Ideas claves para poder identificar y comprender el estrés infantil y saber cómo actuar ante ellos.


Como es igual que los adultos, los niños también pueden experimentar estrés. Diferentes contextos suponen un cambio brusco en la vida cotidiana de todos, desde un accidente, una pérdida de un ser querido, un cambio de domicilio, de escuela, hasta una separación o cualquier otro evento que interrumpe la vida cotidiana. Esos eventos podrían desarrollar un impacto en nuestra salud mental, a lo que podríamos llamar: eventos estresores..


¿Qué es el estrés?

El estrés es una reacción que genera nuestro organismo para afrontar una situación en la que se percibe una amenaza o se siente que no somos capaces de cumplir con las exigencias que nos pide el entorno. El estrés es una respuesta natural y de supervivencia, gracias al estrés nuestro organismo se activa y es capaz de adaptarse a los cambios que suceden en el ambiente. Sin embargo, cuando ésta respuesta se prolonga demasiado en el tiempo, es demasiado intensa o no tenemos las herramientas para poder afrontarlo de manera saludable, podria ser dañino para nuestra salud, tanto física como psicológica y afectaría negativamente nuestras relaciones personales, el ámbito profesional y/o académico, entre otras.


Estrés en la niñez

El estrés en etapa de la niñez se puede presentar en diferentes formas y están ligadas a cualquier situación donde el niño tendrá que adaptarse o cambie. Los cambios pueden ser positivos o negativos; no obstante, regularmente los cambios suelen ser negativos, como enfermedades, separación o muerte de un ser querido.

Los niños aprenden a manejar el estrés a medida que crecen y se desarrollan. Existen muchas situaciones estresantes que quizás para los adultos son manejables, pero para un niño pueda que resulte muy complicado. Inclusive un cambio tan pequeño puede resultar complejo y tendría un impacto en los comportamientos y en la autoestima de los niños. 


¿Cómo saber si mi hijo tiene estrés?

En primer lugar, tenemos que observar los cambios comportamentales de los hijos, ellos también experimentan el estrés de una forma distinta; y podría presentarse en varias maneras:

Cambios Comportamentales Entre ellas se podrán notar cambios como: desobediencia, problemas en seguir instrucciones, agresividad, intensa actividad motora como también lentitud motora y aislamiento. En algunos tenemos reacciones como enuresis y agitación.

Cambios Cognitivos Dificultad de atención y concentración, problemas de memoria, falta de motivación que repercutiría en un bajo rendimiento escolar.

Cambios emocionales Indicadores de hipersensibilidad, tendencia al llanto, irritación, preocupación y un estado de ánimo bajo.


Factores de riesgo

Los factores son muchos, uno de ellos podría estar relacionado al contexto del COVID 19, el aislamiento y las restricciones por la pandemia. Los niños también extrañan sus rutinas, los espacios recreativos en la escuela, las profesoras y a sus compañeros. Otros factores que desencadenaría al estrés en niños son:

La separaciones: para el niño afrontar esta situación debe ser angustiante; puesto que en un principio los niños son muy cercanos a sus padres y propiciar este contexto de ruptura y separación de sus progenitores, resulta ser preocupante a gran medida para los más pequeños.

Violencia familiar: un ambiente de violencia, agresiones, maltrato físico y psicológico hacia los pequeños, resulta muy perjudicial en el desarrollo evolutivo a corto y largo plazo, generando secuelas físicas y psicológicas. No solo basta la violencia infringida de padres a hijos; sino también, siendo ellos mismos los espectadores de la violencia entre sus padres. Es decir el menor que presencia las peleas entre sus padres, reaccionará con violencia, represión emocional, baja autoestima y sufrimiento movido por la angustia de ser parte del modo de actuar violento de sus padres.

Problemas sociales: las relaciones de los niños puede tornarse complicada, debido a que son el reflejo de la convivencia familiar, modo de respuesta de sus padres y porque están en desarrollo y aprendizaje de sus habilidades sociales. Entonces, entre muchos de esos factores sociales tenemos; cambio de escuela, de casa, la llegada de un nuevo hermano y eventos complejos de riesgo y amenaza como el acoso escolar y abuso, entre otros.

¿Qué debemos hacer?

En primera estancia, lo más recomendable abordar el problema, es acudiendo a un profesional. El estrés puede deberse a diferentes factores y no todos los niños reaccionan igual ante los mismos estímulos. A continuación detallaré algunas ideas para afrontar situaciones de estrés en hijos; sin embargo, no siempre es la adecuada y, precisamente por eso, es complicado encontrar soluciones sin ayuda profesional para abordar el tema psicoterapéuticamente.


Mantén tu rutina

Armar una agenda diaria para organizar algunos tiempos: tiempo de escuela en casa, tiempo de juego de mesa, tiempo de tareas domésticas, tiempo de ejercicio, tiempo de leer, tiempo de juego libre.

Ayúdalos a mantenerse conectados con los demás

Es necesario encontrar tiempo compartidos con los demás ya que sería un beneficio. Compartir el trabajo, involucrar a los niños en las tareas y proponer actividades para hacer juntos, ayudará el funcionamiento general y mayor bienestar.

Dales tiempo libre o planea algo divertido

Descubre maneras sobre cómo divertirte en casa: organiza una fiesta de baile con tus hijos; miren una película divertida; u horneen un delicioso pastel. Intenta salir de la rutina de vez en cuando. Los niños aprenden jugando.

Mantén la calma y proporciona tranquilidad

Ayúdalos a replantear sus preocupaciones, hazles saber que estarás allí para mantenerlos seguros y saludables. Asegúrate de que tus explicaciones sean apropiadas para la edad de tus hijos.


Podemos ayudar a los niños, aprendiendo a reconocer ciertas señales de estrés y enseñarles formas saludables para manejarlo.

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