El vacío existencial

 

“Me siento raro…”, “Me siento vacío…”, “No se para donde voy…”, “Tengo muchas cosas que hacer, y a pesar de eso, me siento insatisfecho…”, “Me siento solo…”, “Siento que mi vida no tiene sentido…”

Estas confesiones nos llevan a analizar de una manera rigurosa en cómo frecuentemente el ser humano suele afligirse, estos sentimientos de soledad son generados por un vacío y por una fuerte sensación de negatividad hacia la vida; por esta falta de significado vital que tienen, suele manifestarse conductas de alto riesgo.

¿Qué entendemos por vacío existencial?

El ser humano está predispuesto a tener momentos de goce, de felicidad y de experimentar situaciones que nos alegran por completo nuestra existencia; amistades, diversión, enamoramiento, celebraciones de cumpleaños, una fecha significativa, cumplir una meta profesional, obtener un ascenso, un reconocimiento, matrimonio, hijos, entre otros; Sin embargo, desafortunadamente también estamos destinados a vivir el sufrimiento en carne propia: abandono, decepciones, crisis matrimoniales, fracasos en proyectos, una traición, perdida de un ser querido, acompañar a alguien morir o una enfermedad y muchas más que nos harán sentir el vacío, esa sensación de tener un hueco que parece no llenarse con nada, que te desconecta de la vida y te conviertes en un muerto en vida.

Heidegger (1889-1976) se apoyaba con el término “anonadamiento” como la falta del sentido vital, describiendo a la persona que experimenta “la nada”.

El fundador de la logoterapia, Viktor Frankl (1905-1997) explica el vacío existencial como una pérdida del sentimiento hacia la vida, la experiencia de un vacío interno que desarrolla una incapacidad de sentir los objetos y los seres.

Entonces, el vacío existencial es aquel fenómeno natural que puede ser experimentado por la mayoría de personas, el mismo está relacionado a las frustraciones que uno puede experimentar y tener cierta incapacidad de concretar objetivos personales de manera frecuente. La angustia, momentos de tensión y la ansiedad forman parte de esta manifestación, la persona afectada pierde la creatividad de vivir y se acomoda a la costumbre, por lo que alterará el pensamiento, emoción y conducta; habrá preocupación constante y sensación de peligro que conlleva a la perdida de motivación e interés de lo que ocurre alrededor, con una visión negativa y catastrófica de la vida.

¿Cómo nos damos cuenta de lo que estamos viviendo?

Hoy en día, estamos educados a pensar que lo más importante de la vida es producir, y no le damos importancia a la identidad individual, reemplazándolo por ser las personas autómatas. Buscamos dinero para poder comprar artículos de consumo y sin pensar no damos prioridad al valor de verdad, irónicamente vivimos rodeados de gente, pero nos sentimos solos.

Otra situación que genera la perdida del significado de vida es que nos sentimos insatisfechos con nosotros mismos, al no sentirnos valiosos con lo que somos o con lo que hacemos, hará que desarrollemos una visión negativa de las cosas y de poco disfrute y mayor aburrimiento de la vida.

Por último, otro factor que contribuye a generar el vacío existencial, es que aprendemos a vivir a través de los demás. Esto sucede frecuentemente en algunas madres que dedican todo su tiempo y su vida a los cuidados de sus hijos y a sus esposos de manera que descuidan su propia vida. Pero cuando descubren que sus hijos ya no necesitan de ellos y se van, o el esposo ya no comparte más los tiempos que solían hacerlo, se enfrentaran al vacío existencial y a la perdida de vida.

Por ende, el sentirse pleno y lleno de vida va relacionado al valor que le demos a los grupos sociales con lo que nos vinculamos, con el planteamiento de vida que demos y los proyectos de vida que formemos y la satisfacción que le demos a las actividades cotidianas que realizamos en el día a día por mas pequeña que sea, nos sentimos con plenitud de seguir viviendo.

Frankl nos dice: “la recuperación del sentido de la vida no se da por sí solo, sino que cada quien debe descubrirlo desde su individualidad irrepetible; por lo tanto, la búsqueda del sentido es la esencia de la existencia”

Esto mismo, implica percibir una posibilidad desde el trasfondo de la realidad. Es decir que no somos capaces de poder cambiar la realidad, pero si la percepción que tenemos hacia ella.